domingo, 29 de enero de 2017

Combinando colores para la vieja mesilla

A lo largo de todo este tiempo que comparto mi pasión con vosotros, he intentado siempre seguir con la filosofia de Madera de Mindi que es recliclar y restaurar todo lo que podamos con creatividad pero de la manera mas económica y fácil posible y para ello, siempre deberíamos aprovechar materiales utilizados para proyectos iniciales (a no ser que se trate de una idea muy concreta). Siempre recuerdo que yo no soy una profesional de la restauración, sino una apasionada y por eso, gracias a las ideas que se nos ocurren de vez en cuando y a la transformación que le dados a la mayoría de las piezas, podemos crear nuevas joyas con las mismas técnicas que ya hemos utilizado o, al menos, una idea muy similar.

Por eso, gracias a uno de los últimos trabajos que hicimos, ¿lo recordáis?  un cambio radical para la mesilla vieja pude transformar otra vieja mesilla que apareció en mis manos y donde decidimos aplicar una técnica y un estilo muy similar. Primero por que ese proyecto me resultó tremendamente satisfactorio, sobre todo personalmente, y segundo por que me resultaba facil y me apetecia utilizar esa idea tan original para transformar esta mesilla y modernizarla.
La suerte que tengo es que casi siempre tengo plena libertad para transformar cada pieza y darle mi toque especial.


Era una mesilla antigua con un estilo muy muy clásico, aunque no se si sería de finales de los años 80. Lo único que le faltaba era uno de los dos cajones. Pero eso no me importaba por que según decidimos, iba a utilizar ese espacio para preparar una cajonera y así también darle otro aire más moderno a la mesilla.



Una vez limpié toda la mesilla, lo primero que hice fue quitar los detalles del cajón, que no se por qué, les tengo mucha manía a esos detalles... y procedí a darle un lijado a la mesilla para comenzar a aplicar una primera mano de imprimación, como siempre.

Y ahora llegaba lo mejor, la pintura...
En esta ocasión jugaríamos con el efecto bicolor. Iba a combinar un tono tierra muy suave para las patas y los laterales de la mesilla y un tono más fuerte para la parte de arriba y el cajón.
Comencé a pintar la mesilla con una pintura sintética de un color tipo avellana, satinado, muy clarito con un toque amarronado. Muy chulo. Aplique un par de manos.

Una vez secó, comencé a pintar el resto de la mesilla con un tono más fuerte. En este caso, elegí una pintura sintética color marrón chocolate para que el contraste fuese perfecto.

Al aplicar el color marrón chocolate me di cuenta que el acabado era brillo y no satinado. La verdad es que ni me di cuenta hasta que comencé a aplicarlo pero, no me importó por que antes de terminar de pintar ya estaba buscando una solución.
Cuando terminó de secarse comencé a decapar toda la parte de arriba para intentar eliminar el brillo y conseguir un efecto un poco envejecido. 
La verdad es que me gustaba mucho cómo iba quedando por que parecia que la mesilla estubiera como desgastada pero no de una manera muy exagerada y, además conseguí que no brillara y ya no quedaba tan simple y aburrida.



Después hice lo mismo con las patas y los sitios más bonitos de la mesilla para resaltarlos. Solamente quise decapar un poquito estas zonas para destacarlas más pero sin excedernos demasiado.
Antes de comenzar a forrar el interior de la mesilla y el cajón, apliqué un par de manos de color avellana en todo el interior de la mesilla para dejarla curiosa, protegida y bien terminada.
El proceso para forrar la mesilla fue como en otras ocasiones, Un cambio radical para la mesilla vieja
Solo necesitamos un papel con colores neutros, un poco de paciencia y algo de precisión.

Después de terminar el interior del cajón, volví a sacar el brillo tan bonito que tenia el tirador. La verdad es que necesitaba una buena limpieza y y ahora estaba perfecto.


Por último, solamente nos quedaba el acabado final para dejarla como nueva.
Para ello aplique varias manos de cera para madera para protegerla.
A mi me encanta utilizar la cera por que es el acabado más adecuado para los muebles ya que los protege y nutre la madera y también le da algo de brillo aunque de una manera muy natural y así el acabado es perfecto.
Y por fin estaba lista!!
¿Qué os parece el cambio? Yo creo que el proceso ha sico sencillo y la transformación muy radical.


Ahora ya está lista para ocupar un espacio muy importante en su nuevo hogar. Ya tiene una segunda oportunidad ¡¡y yo tan feliz!!







2 comentarios:

  1. Enhorabuena por el buen resultado, que bien quitaste los brillos y le diste ese toque especial y único.

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    1. Gracias Belén!! la verdad es que rápidamente encontre una posible solución y el resultado es bastante aceptable.
      Muchas gracias!!

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